21 enero 2006

El síndrome de Sibyl Vane

¿Habéis leído "El retrato de Dorian Gray"? (Si no lo habéis hecho y tenéis pensado hacerlo... cuidadito con seguir leyendo a partir de aquí, ¡no quisiera estropearos la sorpresa!). En sus páginas encontré uno de los personajes que más me han llamado la atención en mi vida. No se trata de Dorian Gray, con su incesante búsqueda de la belleza, ni del cínico Lord Henry Wotton y su misoginia. Tampoco hablo de Basil Hallward, el pintor del retrato. El personaje del que hablo es Sibyl Vane, que goza de mi más sincera simpatía.


Sibyl es una joven actriz teatral de gran talento. Cuando su camino se cruza con el de Dorian, ambos se enamoran. Pero Sibyl amaba a Dorian tan profundamente, su felicidad era tan grande al sentirse correspondida, que era incapaz de pensar en otra cosa. Se entregaba tan ciega e ingenuamente que prácticamente era cuestión de tiempo que un sentimiento tan puro y perfecto acabase convirtiéndose en el camino hacia la autodestrucción. Y así fue, dando origen a lo que quiero denominar "Síndrome de Sibyl Vane".

El espíritu de Sibyl Vane baila en la portada de un disco de Savatage.

Los afectados por esta peculiar patología sufren la drástica eliminación de la capacidad creativa. También provoca dolor cervical (por forzar el cuello para mirar el cielo) y nasal (por impactar contra farolas y buzones al caminar sin prestar atención, por ir mirando las estrellas), falta de apetito, estrabismo y calvicie. El síndrome es menos frecuente entre los varones, pero mucho más grave, debido a que el cerebro masculino carece de la capacidad multiproceso del femenino, dificultando aún más las labores intelectuales.

Como veis, el síndrome de Sibyl Vane es un asunto serio. Y mucho me temo que soy uno de los afectados (de verdad... ¡no es una excusa para no actualizar blog!). Mi ingenio ha desaparecido y mi capacidad léxica dista mucho de ser la que era. Pronto solo podré expresarme con monosílabos... Dios, Allah, Buddha, os quiero a todos. ¡Apiadaos de mí alma!

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno mi querido Azito...qué decirte jiji...eres único! xD. Sólo se me ocurre eso, ese es mi potencial como escritora, pero creo que tengo razón y todo! Pierdes luego exsites, pero cuando ganas sigues existiendo y es genial verte ganar! (Voley a parte :P). Que por cierto, hablando de voley, tenemos un partido pendiente, a ver si te crees que te vas a librar de ver como me rio cada vez que remato! jiji. Bueno peke, lo dicho, que sigas escribiendo, que lo haces genial y que molas! No cambies nunca, y si lo haces que sea para decirme: "Jo, MJ, es verdad, soy genial!" :P. Un besito!

Anónimo dijo...

<<...debido a que el cerebro masculino carece de la capacidad multiproceso del femenino...>>
Yo no quería ser cruel, lo sabes, te aprecio, pero no lograrás capacidad creativa alguna mientras sigas metiendo términos informáticos en tus frases xD... Capacidad multiproceso... ains... es como decir que las mujeres están hecha en Java, y los hombres en LISP... AAAAGH, LISP! Ya me has deprimido, ves?

Sveret dijo...

¡¡¡Noooo, Java noooo!!! Yo soy una chica hecha en C, con punteros que se pierden y eso...

Mola, otros definen a este estado de ánimo con metáforas un poco extrañas y difíciles de comprender. Por ejemplo, ¿cómo saber si cuando se está enamorado es como si se tuvieran mariposas en el estómago? Eso de tragar bichos, y además vivos... Blej.

Un saludooooo

Anónimo dijo...

Lo que llevaría a preguntarse si comerse mariposas es lo más parecido a estar enamorado...

Sveret dijo...

Será que nos volvemos tan locos como para ser capaces de ello...

Anónimo dijo...

Es posible. En cualquier caso, creo que te voy a invitar a comer mariposas. Si los tailandeses comen perros, no creo que sea mucho peor, y si nos enamoramos, podremos echarle a culpa a esos pequeños monstruos alados!

Charming loser dijo...

Uys, qué románticos os estáis poniendo :D

Unknown dijo...

Cabros dorian realmente amaba a sibyl