La chica ideal

El otro día hablaba con mis queridos compañeros de curro (¡hola, encantines! ;P) acerca de hasta qué punto somos superficiales los chicos. Está claro que hay gente para todo, desde personas con una mente equilibrada y que tiene claro dónde el físico deja de tener importancia, y obsesos incapaces de, por ejemplo, escribir un post sin poner rubias y cosas así. ¡Malditos salidos!

Para que veáis que soy un intelectual... ¡el ciclo de Krebs!

Personalmente, no entiendo a la gente megaenamorada de tal Elsa Pataki o de cual Angelina Jolie solo por las páginas que ha visto en Interviú o por las imágenes suyas que vieron en el Tomate (bueno, claro, claro, las visteis en el "Sé lo que hicisteis...", ¡cómo se me ha podido ocurrir que vieseis eso! ejem...). Hay muchas cosas importantes en una persona que no se ven a simple vista y pueden determinar el éxito de una relación.

Así, tomando "tía buena" como punto de partida, puedes llegar a resultados muy distintos. Como muestra, paso a comentaros dos ejemplos.

En el ejemplo uno, veremos una tía buena que, además, no es una zorra maligna ni nada (para más información sobre zorras malignas, visitad "Odas y reflexiones de un lechón". ¡Vuelve algún día, necesitamos tu resquemor!). La chica promete, ¿verdad? Pues tiene un pequeño fallo: es un pelín cortita. Con todos vosotros, Jillian, de Padre de Familia. (Nota de PLE: ¡Mierda! Teníamos un video de YouTube, pero lo han quitado por violación de copyright. Tendréis que conformaros con la transcripción de un diálogo en el que Brian y Stewie hablan de ella, y una foto... ¡sorry!)

Y yo que no quería poner fotos de rubias... ¡es la sociedad, que me empuja! ¡Estoy encasillado!

Brian - Para tu información, Jillian es muy inteligente. Y además, una excelente fotógrafa.
Stewie - Oh, qué ridícula excusa. Toda tía buena que sabe hacer una foto se cree fotógrafa. ¡Oh, has hecho una foto en b y n de la tumbona y la has revelado en sepia! ¡qué profunda debes de ser!
B. - ¡Cállate ya!
S. - No, quiero saber, Brian. En concreto, ¿de qué habláis?
B. - De muchas cosas. De comida... de las fundas nuevas que ha comprado para el coche... de gran hermano y la prensa rosa.
S. - ¡Tú odias esa televisión!
B. - Los porros ayudan... Oye, no tengo que darte ninguna explicación, ¿vale? Lo único importante es que Jillian y yo lo pasamos muy bien juntos. Nos hacemos reír.
S. - Vale, pero dime una cosa. ¿Ríe por si sola? ¿O solo cuando tú te ríes? [Silencio] Lo imaginaba...

En el segundo ejemplo, vemos otra tía buena: Mónica Geller, de Friends. A sus virtudes suma el ser capaz de hacer esto para animar a su churri:

¡Oh! ¡Ese pavo tiene una Mónica en el culo!

Creo que la idea de que el físico no lo es todo ha quedado clara. Ya lo dijo Silent Bob: "Hay muchas tías buenas en el mundo, pero no todas te llevan lasaña al trabajo. Sólo te ponen los cuernos". Meditad sobre ello y, si os siguen quedando dudas, preguntadme. O mejor, pasad de mí, que no tengo ni idea de nada... ¡y montáoslo rollo Weird Science!

If you can't get a date... make one!