"Pierdo, luego existo" - Tu fuente de sexo salvaje
¡Lo sabía!, al final mi blog se ha convertido en punto de referencia para navegantes salidos. Os cuento:
Este blog tiene añadida un pequeño control estadístico. La noticia de hoy bien podría ser que se han alcanzado las 500 visitas (supongo que unas 499 hechas por mí... ¡gracias al que hizo la otra!)... pero no va a ser así.
Resulta que, entre otras opciones, este control estadístico permite determinar desde qué enlaces llegan los usuarios a la página. Pues bien, parece ser que alguien ha llegado hasta aquí buscando en google "tocamientos en el metro" (y sí, si hacéis esa búsqueda, estoy en la posición 39. Lo lógico, como todos los fans de Rambaldi sabéis, es que fuera la 47...). ¡Hurra!, mis mensajes subliminales empiezan a surtir efecto. ¡Pronto comprenderéis que esto no es más que la tapadera de una secta orgiástica! ¡Bwahahaha, qué remalo que soy y qué loco estoy!
Recuerdo que un compañero de curro comentaba que, si te conectas a internet, es imposible no tener porno en el ordenador. Casi lamento haberle dicho "tío, si no coló con tu madre, conmigo tampoco". Y no sólo por haberlo dicho uno de mis primeros días en el trabajo, ni por el silencio sepulcral que se hizo en la mesa tras mi chascarrillo (aunque en mis oídos resonaba la palabra "despedido"...). También lo siento porque, probablemente, tenía razón.
5 comentarios:
Pues chico, si sigues por ese camino puedes recurrir a una temática parecida que te atraiga el gran público, como cuero y cadenas o grandes salchichas...
Ji ji.. ten cuidado a ver si se te va a llenar el blog de "otra clase de público"
Bueno, lo que nunca te comentó tu compañero es que hay algo todavía peor, y es que si tienes internet, tampoco te puedes librar de Nigel.
No es algo realmente malo, pero sí bastante molesto :P
¡Este post sin fotos no vale nada!
HA! eso no es na, en el de un amigo aparecio en sus estadisticas "Como penetrar a una gorda" y todo por cierto articulo sobre "penetrar" en autobuses, cuando hay escasez de espacio, en parte por la presencia de la desafortunada gorda anteriormente nombrada.
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